Trump endurece la presión sobre Venezuela y ordena un bloqueo total a los buques petroleros

El presidente estadounidense anunció nuevas medidas militares y migratorias en el marco de la escalada de tensión con el gobierno de Nicolás Maduro, al que acusa de apropiarse de recursos y financiar actividades ilícitas.

La relación entre Estados Unidos y Venezuela volvió a tensarse luego de que el presidente Donald Trump ordenara un bloqueo total a los buques petroleros que ingresan o salen del país caribeño. La decisión se enmarca en la ofensiva militar desplegada por Washington en el Caribe, considerada por la Casa Blanca como una de las operaciones navales más grandes realizadas en Sudamérica.

Trump justificó la medida asegurando que el gobierno de Nicolás Maduro habría utilizado recursos energéticos para financiar actividades criminales y redes ilícitas. Según el mandatario, la administración venezolana fue catalogada como “organización terrorista extranjera”, lo que habilitó el despliegue de fuerzas militares y acciones directas sobre embarcaciones sospechadas de transportar crudo de manera irregular.

En los últimos días, tropas estadounidenses tomaron control de un petrolero cerca de las costas venezolanas, en un operativo que incluyó el descenso de efectivos desde helicópteros y la incautación de la nave. Mientras Washington sostiene que se trató de una acción contra el contrabando de petróleo, Caracas denunció un acto de “piratería internacional” y un intento de apropiación de recursos estratégicos.

La escalada también se trasladó al plano migratorio. Trump anunció nuevas restricciones de ingreso a Estados Unidos, ampliando la lista de países vetados. Burkina Faso, Malí, Níger, Sudán del Sur y Siria se sumaron a un grupo de naciones cuyos ciudadanos tienen prohibida la entrada al territorio estadounidense. La Casa Blanca argumentó que la medida responde a criterios de seguridad nacional y a la falta de información confiable para evaluar riesgos migratorios.

Estas decisiones se suman a las limitaciones ya impuestas meses atrás a ciudadanos de otros países con altos niveles de inestabilidad o actividad terrorista. Según funcionarios estadounidenses, el objetivo es reforzar los controles y evitar ingresos considerados de riesgo.

Con el bloqueo petrolero, la intensificación militar y las nuevas restricciones migratorias, la política exterior de Washington hacia Venezuela entra en una fase de máxima presión, mientras el gobierno de Maduro denuncia una ofensiva destinada a desestabilizar al país y apropiarse de sus recursos.