Reforma laboral: “No hay proyecto concreto, pero sí una lógica regresiva que apunta a quitar derechos”

El abogado laboralista Andrés Ocampo advirtió que los anuncios del gobierno sobre una posible reforma laboral responden a una lógica de flexibilización y pérdida de derechos. Cuestionó los fundamentos económicos del planteo oficial y alertó sobre el impacto en la organización sindical, la jornada laboral y los convenios colectivos.

En medio de especulaciones sobre una posible reforma laboral, el abogado laboralista Andrés Ocampo analizó los anuncios del gobierno y expresó su preocupación por el enfoque regresivo que se desprende de los títulos y comentarios difundidos en medios y vocerías oficiales.

“Todavía no hay un proyecto concreto que se pueda analizar, pero sí una lógica restrictiva orientada a la quita de derechos y al aumento de ganancias del sector patronal”, señaló Ocampo. Según el especialista, tanto el decreto de necesidad y urgencia 70/2023 como la Ley Bases en su capítulo laboral comparten el mismo argumento: que flexibilizar la normativa generaría más empleo. “Eso es falso. El empleo no se crea ni se destruye por la legislación laboral, sino por decisiones macroeconómicas”, afirmó.

Ocampo explicó que la generación de empleo depende de factores como las tasas de interés, el acceso al crédito, el apoyo estatal a las pymes y la protección de la industria nacional. “Abrir indiscriminadamente las importaciones destruye empleo. No tiene sentido decir que cambiando la ley laboral se va a generar trabajo”, sostuvo.

Que flexibilizar la normativa generaría más empleo. “Eso es falso. El empleo no se crea ni se destruye por la legislación laboral, sino por decisiones macroeconómicas”, afirmó el abogado Ocampo

El abogado también cuestionó los contenidos que se anticipan como parte de la reforma: extensión de la jornada laboral hasta 12 horas, implementación de bancos de horas, debilitamiento de la organización sindical y contratos precarios similares a los de los años noventa. “Es un refrito de proyectos que ya fracasaron. Como dice la canción, es un museo de grandes novedades”, ironizó.

Uno de los puntos más críticos, según Ocampo, es el intento de reemplazar los convenios colectivos por actividad por convenios por empresa. “Eso implica que cada empresa pueda fijar condiciones laborales a su favor, debilitando la capacidad de negociación de los trabajadores”, explicó. También alertó sobre la fragmentación de licencias y vacaciones, que quedarían sujetas a la voluntad del empleador.

“La negociación directa entre empleador y trabajador no garantiza derechos. Lo que garantiza derechos es la organización sindical, y eso es lo que quieren atacar”, remarcó.

Finalmente, Ocampo reconoció que podrían realizarse modificaciones a los convenios colectivos, pero siempre en sentido progresivo. “La Constitución y los tratados internacionales establecen que las leyes deben proteger al trabajador. No se puede retroceder en derechos”, concluyó.