Colossus: La IA de Musk que acelera el futuro… y la contaminación

Elon Musk lanzó la supercomputadora Colossus para entrenar su IA Grok. Funciona con plantas de metano altamente contaminantes. Crece la carrera por la IA, pero también el impacto ambiental. Críticas: promesas vacías, alto costo social y ecológico.

El 2 de septiembre de 2024, Elon Musk anunció que la supercomputadora Colossus, construida en solo 122 días, ya estaba operativa. Fue instalada en una vieja fábrica en Memphis en Estados Unidos y cuenta con 200.000 chips, consumiendo energía suficiente para abastecer a 280.000 hogares. La máquina es operada por su empresa xAI y está destinada al desarrollo del modelo de lenguaje Grok, una alternativa a los modelos más “políticamente correctos”. También brindará servicios a Tesla, SpaceX y otras empresas del ecosistema Musk.

Impacto ambiental y social

Para alimentar a Colossus, se pusieron en funcionamiento 35 plantas móviles de metano, convirtiéndose en la principal fuente de contaminación del condado (la versión norteamericana de un municipio), generando hasta 2.000 toneladas de óxidos de nitrógeno. Esto ha provocado un aumento de problemas respiratorios entre los vecinos de Boxtown, una zona pobre y de mayoría afroamericana. Además, la empresa no obtuvo los permisos ambientales necesarios, y la EPA, bajo el gobierno de Trump, ha reducido su personal en un contexto de desregulación impulsada por Musk.

Carrera tecnológica sin freno

La periodista Karen Hao explica en su libro Empires of AI cómo el éxito de modelos como GPT-3 llevó a una carrera acelerada entre empresas como OpenAI, Meta, Google, Apple y Amazon. Esta competencia se basa en tres factores:

1. Parámetros (ajustes del modelo)
2. Datos (masivos y poco filtrados)
3. Poder de cómputo (chips que requieren mucha energía)

Esto ha derivado en un uso energético descomunal, prolongando la vida de plantas contaminantes y fomentando nuevas inversiones en energía nuclear por parte de figuras como Sam Altman.

Críticas al enfoque actual

Hao y otros expertos cuestionan el rumbo de esta carrera por desarrollar una IA General, una meta mal definida y promovida por una “tecno-oligarquía”. La promesa de que la IA resolverá el cambio climático o curará enfermedades aún no se concreta, y en cambio ya está generando altos costos ambientales, sociales y políticos.

Puntos Clave

• Colossus: nueva supercomputadora de Elon Musk (xAI), construida en 122 días en Memphis. Usa 200.000 chips y consume energía para 280.000 hogares.
• Objetivo: entrenar la IA Grok, sin corrección política, y dar soporte a Tesla, SpaceX y otras empresas de Musk.
• Impacto ambiental: alimentada por 35 plantas móviles de metano, es la principal fuente de contaminación local. Aumentan casos de asma en Boxtown, barrio pobre y afroamericano.
• Problemas legales: xAI no obtuvo permisos ambientales adecuados; la EPA, debilitada bajo Trump, despidió a 450 empleados.
• Carrera tecnológica: empresas como OpenAI, Meta y Google compiten aumentando:
  • Parámetros
  • Datos (incluyendo material no filtrado)
  • Poder de cómputo (y consumo energético)
• Consecuencias: crecimiento descontrolado del consumo energético y ambiental. Se mantienen o abren plantas contaminantes.
• Críticas:
  • Promesas de resolver el cambio climático o curar enfermedades aún no se concretan.
  • Expertos alertan que la IA General es una ilusión promovida por una élite tecnológica.
  • Apple afirma que las IAs actuales solo simulan razonamiento, no piensan realmente.

Fuente: pagina12.com

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