Mueren la elefanta Kenia y la orca Kshament. El drama de los animales en cautiverio

La elefanta de 44 años de edad había sido trasladada recientemente a un santuario desde el ex zoológico de Mendoza y la orca permanecía en cautiverio en la cárcel para inocentes conocida como Mundo Marino

El fallecimiento de Kenya, la elefanta africana que pasó más de cuatro décadas en el ex Zoológico de Mendoza, volvió a poner en debate las consecuencias del cautiverio y el estado actual del Ecoparque provincial. Mientras se aguardan los resultados finales de la necropsia, el caso generó también repercusiones políticas.

Kenya murió el 16 de diciembre en el Santuario de Elefantes de Brasil, en el estado de Mato Grosso, adonde había sido trasladada en julio de 2025 tras un operativo histórico. Los primeros estudios post mortem, difundidos por la Fundación Ele, indicaron un cuadro de salud irreversible, con graves afecciones respiratorias y lesiones pulmonares compatibles con una infección crónica avanzada, posiblemente vinculada a tuberculosis. No obstante, los especialistas aclararon que el diagnóstico definitivo depende de estudios de PCR aún pendientes.

Los análisis también detectaron severos daños musculoesqueléticos, como artrosis avanzada, osteomielitis y pérdida de falanges, patologías asociadas a haber permanecido durante años en superficies inadecuadas y en espacios reducidos. Según los veterinarios, la muerte fue consecuencia del avance simultáneo de múltiples enfermedades y no de un hecho puntual.

El antecedente de Pocha, la elefanta fallecida en 2022 por tuberculosis digestiva tras su traslado, volvió a ser mencionado. En ese marco, las autoridades recordaron que Guillermina no presentó esa enfermedad en los controles realizados, y que en el caso de Tamy, muerto en junio de 2025, los estudios tampoco detectaron tuberculosis.

Desde el Gobierno de Mendoza señalaron que la necropsia aún no está concluida y pidieron cautela hasta contar con resultados definitivos.

En paralelo, el senador provincial Félix González (PJ) difundió un video en redes sociales con fuertes críticas al funcionamiento del Ecoparque. Denunció presuntas situaciones de abandono de animales, mencionó el estado de los camellos y reclamó explicaciones al Ejecutivo provincial. Además, propuso la conformación de una comisión investigadora para analizar lo ocurrido en la última década y definir una solución para los animales que aún permanecen en el predio.

Kenya había llegado a Mendoza en 1985 y fue uno de los símbolos del antiguo zoológico. Con su muerte, se cerró definitivamente la etapa de elefantes en cautiverio en la provincia, un proceso que sigue generando cuestionamientos y reclamos.

La orca Kshamenk, uno de los animales más emblemáticos del parque temático Mundo Marino, en San Clemente del Tuyú, murió en cautiverio tras haber permanecido más de tres décadas en el oceanario. Su situación estaba judicializada a partir de una acción de amparo presentada por organizaciones ambientalistas, causa que ahora fue declarada abstracta por la Justicia federal.

Kshamenk, un ejemplar de la especie Orcinus orca, medía 6,2 metros y pesaba alrededor de 3.600 kilos. Había sido capturada en noviembre de 1992 en aguas de la costa bonaerense, cuando tenía aproximadamente cinco años, y desde entonces permaneció bajo cautiverio en el parque.

Durante años, la Asociación Derechos Animales Marinos (DAM) y Activistas Animalistas de La Costa impulsaron una acción judicial contra Mundo Marino S.A., la Fundación Mundo Marino y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación. El reclamo buscaba que Kshamenk fuera reconocida como sujeto de derechos y que se dispusiera su liberación, al denunciar que vivía en un espacio reducido y era utilizada con fines comerciales.

La causa se vio demorada por controversias de competencia judicial, mientras el expediente continuaba su trámite. El pasado domingo 14 de diciembre, la Asociación Mundo Marino informó el fallecimiento de la orca a raíz de un paro cardiorrespiratorio, atribuido a su avanzada edad.

Tras conocerse la noticia, los amparistas solicitaron medidas urgentes para esclarecer las causas reales de la muerte, entre ellas el acceso a los informes médicos recientes y la realización de una necropsia. No obstante, el juez federal de Dolores, Martín Bava, consideró que el fallecimiento del animal tornó abstracta la pretensión principal.

En su resolución, el magistrado señaló que, pese a la sensibilidad social que genera el caso, el análisis sobre una eventual rehabilitación o restitución de Kshamenk a su hábitat natural no podía continuar debido a su muerte.

Fuentes: www.diariomendoza.com.ar www.palabrasdelderecho.com.ar

¿Y para cuando medidas sobre los animales de explotación industrial?

Mientras las sociedades avanzan en la conciencia sobre el cuidado de los animales con los que conviven y con los de los ambientes naturales, los animales esclavizados por la industria viven en una verdadera película de terror, un Auschwitz en cada granja industrial, motivado por la búsqueda de mas rentabilidad y más ganancias. Es hora de que esa cuestión entre también en debate. Vivimos rodeados de campos de concentración, tengámoslo en cuenta.

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